sábado, 28 de enero de 2012

LA NIÑA DE LOS TRES NOMBRES
Tami Shem-Tov

Novela cuyo final es un canto a la vida. Libro basado en la historia real de Nili Goren. La autora ha escrito el libro junto a la protagonista de la historia. El libro reproduce los originales de las cartas que su padre le mandó a través de la Resistencia durante la segunda guerra mundial. La dosis de veracidad la hallamos al final del libro, donde se ha incorporado un álbum fotográfico familiar.
Los originales de las cartas han sido donados al museo de Beit Lojamei Haguetaot, departamento de niños afectados por el Holocausto
Los originales de las cartas han sido donados al museo de Beit Lojamei Haguetaot, departamento de niños afectados por el Holocausto.

3 comentarios:

Ana dijo...

Lieneke,Nili o Jaccqueline,tuvo tres nombres y cada uno de ellos correspondió a una etapa de su vida aunque ella siente que su nombre es Lieneke,este libro es especial y lo que más me gustó fue la complicidad que había entre su padre y ella. Él era sensible y lo demostró en sus cartas ,ella fue valiente y lo demostró durante la guerra.Fueron personas extraordinarias que tuvieron que cambiar sus vidas pero gracias a ellos hoy podemos disfrutar de esta novela, aunque sientas una gran injusticia mientras la lees pero al final ella misma dice:Miradnos, una familia judía, grande y preciosa en nuestro país,personas libres.

Rosa dijo...

Lo más tierno es esa complicidad que dices, Ana, entre padre e hija a través de esas cartas tan dulces, tan humanas, que hacen de esta historia,basada en la historia real de una niña judía durante la ocupación nazi, algo enternecedor.

Lieneke va saltando de un hogar a otro, cambiando su nombre en cada nueva casa, hasta que encuentra refugio en casa del médico de un pequeño pueblo y aprende a convivir con su nueva familia, escondiendo su verdadera identidad de todos: vecinos, compañeros, otros judíos escondidos y, por supuesto, soldados alemanes. Y para esa niña, que simboliza a todos los niños que vivieron esa misma situación, esa experiencia tuvo que ser muy dolorosa. Por ello espera ansiosamente las cartas que le manda su padre y que le dan esperanzas de ser salvados pronto y poder volver a casa.

La técnica utilizada nos permite adentrarnos con más facilidad en las experiencias narradas, ya que a partir del presente, Lieneke recuerda sus experiencias pasadas.

En la edición aparecen intercaladas reproducciones de las cartas ilustradas que le envió su padre. Cuando Lieneke no recibe más cartas, vive en presente la trágedia, en espera del fin de la guerra. Pero el triste desenlace de la liberación,vendrá cargado de secuelas dolorosas...

Regina dijo...

La vida de Lieneke, siendo niña, fue durísima; tuvo que mudarse de pueblo, vivir escondida y aprender a convivir con gentes extrañas, ajenas a su familia.
La única nota de felicidad la ponían las cartas que su padre le enviaba, en ellas siempre aparecía una alusión a un futuro próximo en el que todos regresaban a su casa y Holanda volvía a ser libre. Eran cartas tiernas y sentimentales que dejan de manifiesto la complicidad que existía entre ellos. Dicen mucho en poco espacio, hablan del amor a los animales, de fechas que ambos quieren recordar, de los trabajos del campo...son cartas ilusionantes, llenas de dibujo, de colorido...